La Historia Veraz

“Quien me Adversa, es por que no ha logrado ser feliz como yo”

Hace unos días a la comandancia Policial de Neiba, fue conducido un menor de 13 años de Galván acusado de haber sustraído a un vecino la suma de RD$3.000.00. Dicho menor mostraba su rostro y otras partes de su cuerpo enrojecido, debido a que un vecino le había golpeado con un  tenis. Mas tarde dicho menor fue llevado a la Procuraduría  Fiscal de Baoruco, en donde sus familiares devolvieron a su dueño el dinero sustraído. 

Es muy importante saber que si el niño tomó algo que no era suyo, no significa que cuando sea un adulto será ladrón. Muchas veces, ni siquiera éste sabe lo que es robar. Simplemente ve algo que le gusta y lo toma.

El infante no suele estar consciente de que lo que ha tomado no es suyo, que es de otra persona o de algún lugar. Muchas veces hacen esto de la manera más inocente del mundo. Lo que sí es cierto es que los padres se molestan y confrontan con peleas a sus niños sobre la situación, lo cual provoca que el pequeño se encierre, no hable sobre y actué agresivo.

El primer paso que los padres deben tomar es no reaccionar agresivamente, al darse cuenta de que su hijo tomó algo que no era suyo. Lo primero que debe hacer el  padre es hablar con su hijo de manera calmada, dándole espacio para que se exprese.

Si el niño tiene miedo, no habrá confianza para que el menor se sienta en un contexto seguro donde pueda hablar con sus padres sobre lo sucedido. Tampoco  el punto es buscar un culpable, sino ir en pos de la solución. De nada sirve que los padres siéntanse mal al pensar que no son buenos padres o que no lo educaron como debió ser. Los padres deben invertir sus energías en trabajar con el niño para que esto no vuelva a repetirse.

No hay evidencias científicas que comprueben que los niños roban porque en sus casas no se les dio una educación adecuada. En tal virtud recomendamos lo siguiente: tener una comunicación abierta con su hijo para poder explicarle las cosas antes que sucedan. No esperar a que su hijo haga algo para explicarle lo que está bien, mal o las consecuencias de sus acciones.

Enseñarle con el ejemplo. Si su hijo comete  un error,  enseñarlo a ser responsable por sus acciones, a admitirlo, a dar la cara. Enseñarle que las acciones tienen consecuencias. Si roba en repetidas ocasiones, incluso luego de que los padres han hablado con él y debatido el tema. Es recomendable buscar ayuda profesional inmediatamente.

El profesional en el área podrá analizar lo que le sucede al niño o adolescentes e intervenir psicológicamente dándole pautas a la familia.

Buen Provecho