El Veraz ( Pelando el platano)

En un ocasión trabajaba yo como vendedor y cobrador de la Compañía de bienes y raíces Caucedo Internacional, en la que me iba muy bien económicamente hablando.

El dueño de la empresa era el señor Don Rafael Álvarez Rivas y el administrador era Don José Saint Hilaire, con el cual tenía este servidor muy buenas relaciones, debido que este mortal “trabaja mucho y es muy serio” decía Don José.

Desde mucho antes de trabajar allí leíamos los Paquitos o muñequitos de Supermán, y debido a las maldades que LUTHOR su peor enemigo le hacía a mi héroe, terminé tomándole mala voluntad, al enemigo de mi admirado Supermán.

Un día se me ocurre observar y pensar que Don Rafael era igualito o muy parecido físicamente a LUTHOR, y un día en que esté entra a la oficina cuando yo salía, “le corte los ojos”.

En la tarde, cuando retorno me pregunta Don José: “Vargas qué fue lo que le hiciste al jefe, que mandó a cancelarte”. Yo no le hice nada, le contesto. Le dije que eras muy serio y cumplidor; pero el hombre estaba regado y no entró en nada. Sigue trabajando a ver si lo convenzo.

A los 15 días junto al pago de la quincena Don José me entrega el cheque de liquidación fechado varios dais antes, o sea el tiempo en que trató de persuadir a Don Rafael Álvarez Rivas a fin de que desistiera de su propósito y … nada.

Pelando el plátano

Se dice… se comenta que los ladrones no respetan lugar ni ambiente para cometer sus fechorías. Hace poco un ladronazo trató en plena funeraria de sacar la cartera al Dr. Orlando Gómez Román, mientras éste se hallaba ante los féretros de su esposa y su hija fallecidas en un accidente de automovilístico.

¿Cuándo se comenzará a fusilar gente legalmente en este país?

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Se dice… se comenta que la posición de algunos legisladores peledeistas de no hacer campaña a favor de Danilo, no es más que con el propósito de que éste les convenza frotándose las yemas de los dedos índice y mayor, con la yema del dedo pulgar.

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Se dice… se comenta que el premio Cervantes de literatura Ernesto Sábato murió a la edad de 99 años haciendo honor a su apellido. Murió el Sábado 30 de abril.